24 sept 2012

Entre Fuero y Fuero, ¿hay un largo trecho?


por Cristian Ángeles

La llamada “Guerra contra el narcotráfico” impulsada por el mandato del presidente Felipe Calderón, además de muertos, ha dejado entrever ciertos puntos frágiles en el tejido social y jurídico de nuestro país. Particularmente hay un asunto cien por ciento derivado de ésta guerra; el que tiene que ver con los crímenes cometidos por militares y la problemática en su posterior resolución jurídico-legal en el sentido de si caben en el fuero militar, o en el fuero común.

Hasta el pasado 5 de septiembre de éste año, el fuero castrense (o militar) se aplicaba a todos los delitos contra la disciplina militar… “Son delitos contra la disciplina militar, aquellos que fueren cometidos por militares en los momentos de estar en servicio o con motivo de actos del mismo” (art. 57 del Código de Justicia Militar). Sin embargo, éste precepto permitía ampliamente a los militares cometer ilícitos hacia civiles sin ser procesados en el fuero común (o civil) pues, argumentaban, estaban en cumplimiento de su deber, un claro ejemplo de esto son los llamados “daños colaterales” donde “accidentalmente” los militares asesinaban civiles.

En meses recientes, la SCJN se ha encontrado con un creciente número de demandas contra militares, tan solo a inicios de mes, durante el Congreso Nacional Indígena del Noroeste, integrantes de la comunidad Kumiai ubicada en Juntas de Nejí, Tecate, Baja California, denunciaron abiertamente al Ejército Mexicano de secuestros, robos, golpes, violaciones y toda clase de abuso de autoridad en su comunidad, a esto podríamos agregar los constantes daños colaterales y la corrupción ante el crimen organizado.

Dicho aumento de demandas causó que afortunadamente, y ante el asombro de un servidor,  la SCJN tomara cartas en el asunto ya que el pasado 6 de septiembre, en una votación histórica (de 8 a 2), declaró la inconstitucionalidad del inciso “a”, párrafo segundo, artículo 57 del Código de Justicia Militar, el cual permitía al fuero castrense procesar a los militares que cometían ilícitos contra civiles con el argumento, o si me permiten, con el pretexto de que los crímenes eran contra la disciplina militar.

Ahora, la SCJN procesará 28 amparos de juicios militares para determinar los límites del fuero castrense, pero hay demasiadas controversias. Se supone que en la nueva legislación los militares podrán ser procesados en el fuero común toda vez que los crímenes afecten, de algún modo, a un civil; pero hay casos en los que no queda del todo claro, por ejemplo: aquellos donde un militar en complicidad con civiles comete un crimen que afecta a militares, o los casos donde los militares de algún modo contribuyen al narcotráfico, lo cual podría ser tomado como daños a la salud.

Supongo que todo esto no habría ocurrido si a FCH y al pleno de la SCJN no se le hubiese ocurrido declarar al narcotráfico como amenaza de seguridad nacional, así el ejército y la marina estarían, como lo indica la constitución, en sus cuarteles. Por una parte bien porque se corrigió una irregularidad en la legislación militar en pro de la sociedad civil (aplausos), y por otra parte mal, porque corregir dicha irregularidad le ha costado al país varios miles de muertos. Pero no importa, vamos por buen camino, esos daños colaterales ayudarán a reconstruir un estado de derecho, así lo asegura FCH en cada oportunidad que tiene para hablar, pero yo sigo cuestionándome sobre la verosimilitud de tal hipótesis.

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